Aproximadamente 460 estudiantes de la Universidad d’Uviéu tendrán que devolver los hasta 5000 euros por familia de la beca general de educación de este año, además de pagar las tasas del nuevo curso académico que no dejan de crecer. La razón es el endurecimiento de los criterios exigidos por Educación para demostrar un aprovechamiento adecuado de las ayudas estatales. Los estudiantes de la Universidad exigen la condonación de la deuda, por considerar excesivo el nuevo requisito de aprobar el 50% de los créditos matriculados y piden a Rectorado y Principado que sean parte activa de la solución.

Continúa la deriva privatizadora y elitista de la educación. A pesar de que el ministro de educación, José Ignacio Wert, afirma que la partida presupuestaria dedicada a becas no ha sido recortada, parece haber encontrado otras maneras de reducir su reparto efectivo. Y es que el endurecimiento de los requisitos de aprovechamiento exigidos para el disfrute de la beca general de educación superior obligará a más de 400 estudiantes de la Universidad d’Uviéu a devolver la beca correspondiente al curso 2012/2013, frente a los 40 o 50 alumnos que solían devolverla cada año. Se estima que este número se eleva a 70.000 estudiantes en el ámbito estatal, es decir, el 8,8% de las becas que concede el ministerio por este concepto. Así lo han denunciado hoy los estudiantes de la Universidad d’Uviéu en una rueda de prensa en el edificio histórico tras haberse reunido con el rectorado.

Los afectados por la devolución de las becas, congregados en torno a las Asambleas Abiertas de Estudiantes de la Universidad, declararon esta mañana que consideran abusivos los requisitos exigidos por el Ministerio para conservar la ayuda recibida. Si bien hasta ahora sólo se exigía a los beneficiarios de las becas generales del MEC presentarse a examen del 30% de las asignaturas cursadas, ahora se les exige aprobar más del 50% de los créditos. Sin embargo los estudiantes consideran que la beca ha sido debidamente aprovechada en el momento en que las familias han pagado con esa ayuda el transporte universitario o el material escolar y que no se les debe castigar por haber tenido “un mal año”. Piden por tanto, la condonación de la deuda de estos estudiantes por parte del Ministerio, si bien no descartan el estudio individualizado de cada caso, para evitar posibles abusos de los estudiantes que efectivamente hayan hecho un mal uso de la beca.

Los portavoces de los afectados, que en el caso de las rentas más bajas, adeudan en torno a 5000 euros por familia, señalan que el Rectorado les apoya y han pedido la concertación de una reunión con los miembros del Consejo Social de la Universidad (órgano encargado de supervisar la actividad económica de la entidad y de representar los intereses de la sociedad asturiana en la entidad), el propio rectorado y la Consejería de Educación para conocer la posición de las instituciones asturianas.
 
Por su parte el Rectorado de la Universidad se ha comprometido, según los portavoces del alumnado, a estudiar el caso y recabar información más precisa sobre el número de estudiantes afectados y ejercer presión sobre el Ministerio colaborando con las demás universidades españolas para que estos criterios se rebajen. Piden la no devolución de la componente variable en función de la renta de las ayudas y la rebaja del criterio de aprobar el 50% de los créditos al 20%.

En caso de que el Ministerio se niegue a hacerse cargo de la deuda de 953.000 euros del alumnado, los estudiantes consideran que el Principado debería tomar cartas en el asunto, puesto que Asturies es una de las pocas provincias sin un plan propio de ayudas al estudio. En función de los acuerdos que se alcancen, las Asambleas de Estudiantes no descartan la posibilidad de establecer un calendario de movilizaciones.

Estas nuevas restricciones al acceso a las becas de carácter general hacen que la decisión de estudiar o no se convierta para muchas familias en un juego de azar según los portavoces de las Asambleas, pues de acuerdo con su análisis los factores que determinan los resultados académicos son muchos: desde una posible enfermedad hasta una mala adaptación a la vida universitaria, pasando por la dificultad de compatibilizar trabajo y estudios.