Especulación urbanística
Desalojan sin previo aviso el CSOA Andanza en Sevilla

Hace apenas año y medio nacía el CSOA Andanza en un espacio abandonado desde hace siete años y en ese momento propiedad de SAREB. Sus paredes guardan la primera proyección de cine sonoro en Sevilla, en los años veinte del pasado siglo, una asamblea de la CNT en la década siguiente o desde 1999 a 2005, la Sala Endanza. La asamblea del CSOA Andanza ha convocado para hoy viernes 17 de julio una concentración en la Plaza del Pumarejo a las 20:30 horas en protesta por el desalojo.

17/07/15 · 18:37
Unas de las actividades celebradas en el CSOA Andanza. / Jota Garzía

Pocos minutos después de las 7 de la mañana, cuando aún no había amanecido, un numeroso operativo de la Policía Nacional hacía acto de presencia en el sevillano barrio del Pumarejo. Tras cerrar al tráfico la calle San Luis y otras vías adyacentes, comenzaba el desalojo del Centro Social Andanza. Se ponía así fin a un proyecto colectivo de autogestión que nacía hace apenas año y medio, cuando un grupo de activistas vinculadas al barrio decidía ocupar un edificio emblemático que llevaba ya más de siete años de abandono. El CSOA Andanza recogió entonces el testigo de otros proyectos como Cruz Verde, Casas Viejas, La Fábrica de Sombreros o Sin Nombre, espacios autogestionados que durante las últimas décadas han generado en Sevilla una cultura política resistente frente a la especulación urbanística y al pensamiento único.

El desalojo cogió por sorpresa a las integrantes de la asamblea del centro social. El auto del Juzgado de Instrucción número 17 de Sevilla, con fecha de 16 de julio de 2015, llegaba al equipo legal que asesora al colectivo pasadas las 8 de la mañana de hoy, cuando los hechos ya se estaban consumando. Y por ello, en el interior del inmueble había material valioso que aún no se ha podido recuperar, tal y como han informado miembros de la asamblea. La juez, para motivar su decisión, afirma en el auto hoy conocido que “resulta improcedente que en un Estado Social y de Derecho, que tiene recursos suficientes para hacer frente a las necesidades culturales, artísticas y políticas reclamadas por dicho colectivo [CSOA Andanza], tales situaciones se resuelvan por la vía de hechos injustamente contrarios a los legítimos derechos” de la propiedad.

Una historia de especulación urbanística

Las naves de la calle San Luis 40, donde hasta hoy se asentaba el CSOA Andanza, han cumplido históricamente un papel relevante en términos culturales tanto para el barrio del Pumarejo como para el conjunto de la ciudad de Sevilla. La hemeroteca revela que ya en los años veinte del pasado siglo se ubicaba en el lugar el emblemático Cine San Luis, que en la práctica era una sala de variedades, donde además de proyecciones cinematográficas tenían lugar espectáculos de teatro, actuaciones musicales o incluso actos políticos, como una asamblea regional de la CNT celebrada en 1930. Tan solo un año después, y con la II República recién proclamada, tenía lugar allí la primera proyección de una película sonora en Sevilla. Ni siquiera tras el final de la guerra civil y durante los años más duros del franquismo, el lugar perdió su impronta cultural y Manuel Vallejo, célebre cantaor flamenco, representó allí en agosto de 1943 su Ópera Flamenca. Durante todas esas décadas la propiedad del lugar recaía en manos del marqués de la Motilla, un aristócrata con numerosas casas y fincas en el centro histórico de Sevilla.

Y fue ese mismo aristócrata quien en 1999 firmaba un contrato de alquiler con un grupo de personas vinculadas al mundo de la cultura. Nacía así la Sala Endanza, un lugar aún hoy recordado por su proyección de las artes escénicas, la danza contemporánea y el flamenco. Manuela Carrasco, Antonio Canales, Israel Galván, Javier Latorre, Eva Yerbabuena, Mario Maya o Javier Barón son tan solo algunos de los nombres que llenaron una programación cultural difícilmente superable. Pero ya en los primeros años del presente siglo el propietario, el marqués de la Motilla, inició conversaciones con el Ayuntamiento de Sevilla (PSOE-IU en aquellos años) con vistas a una modificación de las normas urbanísticas. La burbuja inmobiliaria estaba en sus años más álgidos y el marqués consiguió un auténtico “pelotazo”, gracias a las modificaciones normativas que realizó el Ayuntamiento. Se autorizaba a que, al tiempo que se reservaba un pequeño espacio para equipamiento cultural, se pudieran construir viviendas de lujo y un parquin subterráneo en el solar.

La Sala Endanza, aún con contrato de alquiler en vigor, era desalojada en 2007 con el compromiso de las autoridades de que “en año y medio” volverían a unas instalaciones totalmente equipadas y rehabilitadas. La propiedad pasaba a manos de Dexter&Celler, una empresa que por aquellos años adquiría numerosos inmuebles en el centro de la ciudad. Sin embargo, la realidad estropeó aquellos planes de lucro y, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la nueva empresa propietaria quebró. La propiedad pasó a manos de la entidad bancaria que financió aquel negocio fallido, Caja de Extremadura. La Caja de Extremadura se convirtió en el Banco de Extremadura y quebró también como consecuencia de sus nefastas inversiones, siendo rescatada con dinero público a través de la SAREB (Sociedad para la Reestructuración de los Activos de la Banca). Y fue entonces, hace año y medio, cuando un grupo de vecinos y vecinas entendió que si ese solar se había pagado con dinero público, de todos y de todas, lo razonable es que aquel espacio cumpliera una función social.

La complicidad del Ayuntamiento

A pesar de que la propiedad de las naves de San Luis 40 jamás ha sido municipal, lo acaecido con esos terrenos supone un claro ejemplo del papel jugado por los ayuntamientos a la hora de propiciar procesos especulativos. Hace ya una década, en 2005, el Consistorio sevillano firmaba un convenio urbanístico con la propiedad del inmueble. Al permitir la construcción de viviendas en aquellos suelos, era más que evidente la sucesión de acontecimientos que se iba a producir: venta a una inmobiliaria y desalojo del espacio cultural. Y lo que también se podía prever: el convenio firmado permitía la máxima edificación posible en el espacio, con una densidad de 100 viviendas por hectárea. En 2009, con Monteseirín (PSOE) también como alcalde y conforme el PEPCH (Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico), se pretende reducir la densidad demográfica de la zona, que es la más alta de Sevilla, y se aprueba un nuevo convenio que, para reducir las pérdidas de la inmobiliaria, reduce el equipamiento cultural a una sala subterránea. Los gestores de la Sala Endanza, que ya veían como un imposible el retorno al espacio, anunciaron al Ayuntamiento la inviabilidad de un espacio cultural bajo tierra, cosa que no preocupó en absoluto a los gestores municipales.

Pero tanto o más llamativo aun es la última modificación, realizada tan solo mes y medio antes de las últimas elecciones municipales y cuando el mandato de Zoido (PP) ya agonizaba. En la Gerencia de Urbanismo se aprobó, con los votos a favor de PP y PSOE, una modificación urbanística que preveía la vuelta al convenio de 2005, a pesar de que era irregular a tenor del PGOU vigente. Sin embargo, esa nueva modificación sirvió a la SAREB para presionar al Juzgado número 17 aduciendo que había un proyecto inminente para la finca y que la usurpación de la propiedad le ocasionaba un perjuicio grave.

También es curioso que el PSOE, que votó a favor de ese último cambio, utilizó el tema durante la precampaña electoral para denunciar que Zoido había concedido un “pelotazo urbanístico” a la SAREB, copiando tal cuales los argumentos esgrimidos por la asamblea del propio CSOA Andanza. Y es más, el actual primer edil de Sevilla, Juan Espadas, no tuvo ningún pudor a la hora de firmar, en aras de alcanzar la Alcaldía, un acuerdo programático con Participa Sevilla (cuyo apoyo necesitaba) en el que se comprometía a salvaguardar el uso cultural del espacio. Hoy han desalojado Andanza y la ciudad de Sevilla ha perdido un espacio donde se desarrollaba una cultura alternativa y no oficial.

Próximas movilizaciones

La asamblea del CSOA Andanza ha convocado para hoy, viernes 17 de julio, una concentración en la Plaza del Pumarejo a las 20:30 horas. Para el próximo martes 21 se ha convocado, también a las 20:30 horas y previsiblemente en algún espacio público del barrio, una asamblea vecinal para seguir reivindicando un uso cultural y gestionado por los vecinos y vecinas del espacio hoy desalojado.

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