Como si se tratara de una trama con su presentación, nudo y desenlace, una voz refleja en palabras uno de los pilares que, como coplilla humilde cantada a la lumbre, lejos de los focos, sostiene el triunfo del PSOE en Andalucía desde aquella Junta preautonómica elegida en 1978 hasta las recientes elecciones del pasado 22 de marzo: la red clientelar tejida minuciosamente, palmo a palmo, en la extensa geografía andaluza.

Diagonal Andalucía ha tenido acceso a un audio, en el que se escucha presuntamente a Irene Sabalete, ex delegada de Empleo de la Junta de Andalucía en Jaén, en una reunión con miembros de las Unidades Territoriales de Empleo, Desarrollo Local y Tecnológico (UTEDLT): “si no ganamos las elecciones, vosotros no vais a seguir trabajando en la Junta de Andalucía”. Corría el mes de febrero de 2012, que vivió la “ola de frío” a la que alude Sabalete en la grabación. No ganaron las elecciones del 25 de marzo de ese año, pero sí gobernaron por el pacto con IU. Pocos meses después, la Junta de Andalucía despidió a 787 agentes locales de promoción de empleo y suprimió las 95 UTEDLT donde trabajaban.

Irene Sabalete es una de las 16 personas detenidas hoy, martes 24 de marzo, dentro de la operación “Barrado”, instruida por la jueza Mercedes Alaya, que investiga fraude en cursos de formación financiados por la Junta de Andalucía. A ella se suman los actuales delegados de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo en Sevilla y Huelva, además de otros ex delegados provinciales del ramo y otros cargos relacionados con Empleo. En estas últimas elecciones, se presentaba, por Jaén, en el noveno puesto, a tres de haber obtenido un escaño. En esta ocasión, la “bomba Alaya” ha estallado justo después de la cita electoral. Diagonal Andalucía se ha puesto en contacto con PSOE-Jaén sin obtener declaración alguna al respecto de lo ocurrido y de este audio. 

La presentación: vuestro trabajo está en juego...

La trama, en la grabación mencionada, se inicia con la presentación, en la que alude a una reciente reunión con las altas esferas, incluido el consejero. En esa época, el titular de Empleo, uno de los actuales preimputados en el caso de los ERE, era Manuel Recio. Sabalete aclara que la continuidad del personal al que dirige su arenga “está totalmente garantizada”, para añadir, tras un breve silencio, “siempre y cuando ganemos las elecciones”. “¿Con esto qué os quiero decir?”, añade. “Que sepáis que nosotros, como Gobierno, nos jugamos mucho, pero ya a nivel individual, también os jugáis vosotros”. A continuación, deposita en la sala aromas de juego limpio democrático: “todos los que estamos aquí, independientemente de que seáis afines al PSOE, al PP, o a Izquierda Unida o a UPYD, que ahora está de moda... Aquí nunca hemos pedido ningún tipo de carné ni ningún tipo de afinidad”… para, a continuación, concluir, implacable: “entiendo que sois leales con el gobierno que en este momento está desarrollando el trabajo, vosotros sois colaboradores nuestros, independientemente de que cada uno tenga su ideología, personalmente os jugáis seguir trabajando aquí o que cada uno se busque la vida como pueda”.

El nudo: ...lanzaros a la campaña electoral

“Con esto, ¿qué es lo que quiero trasladar?”. El nudo. Más abrupto. Sin florituras ni rodeos. “El consejero lo dijo sin paños calientes y yo también lo digo”. La orden que se traslada es clara: “Que a partir del lunes que acaba la ola de frío, os quiero a todos, si queréis y si os comprometéis con este proyecto, y con la continuidad personal vuestra, haciendo campaña electoral. Esto es así de simple”. Tal arranque de sinceridad debió de provocar reacciones en el gélido espacio, porque a continuación, se escucha en el audio: “Os habéis quedado muy serios”.

El desenlace: ...como los Testigos de Jehová

“Y para eso, ¿cómo lo vamos a hacer?”. El desenlace. Las consignas precisas para poner en marcha a cualquier cuadro humano a sueldo del PSOE con motivo de la campaña electoral. “Hasta el 23 de marzo en la calle, que nadie esté en la oficina. La gestión, dejadla un poquito aparte”. Y ella misma se corrige: “Un poquito aparte no, aparte”. La orden es la de hacer campaña en las empresas “a las que les hemos dado ayudas, de I+D, de prevención de riesgos laborales, ayudas de formación”. También alude a un programa de préstamos entre La Caixa y la Consejería de Empleo para conquistar el voto entre el empresariado. El ímpetu en trasladar la importancia de ese “pateo electoral” lleva a la siguiente comparación: “esto es lo que más se parece a los Testigos de Jehová, no lo estoy diciendo de broma”.