Municipalismos
Ganemos Jaén: el camino hacia la unidad popular

Ganemos Jaén debate en la actualidad la forma jurídica para presentarse a las próximas elecciones municipales y defiende que el acceso a las instituciones es un paso más en el proceso de toma de poder ciudadano.

, Coportavoz de Ganemos Jaén
01/03/15 · 21:42
Asamblea de Ganemos Jaén. / Ganemos Jaén

El 2 de octubre de 2014 se constituyó en Jaén una asamblea ciudadana en la que participaron un amplio número de vecinos y vecinas y gran parte de los movimientos sociales, vecinales y políticos de la ciudad, la cual se autodenominó Ganemos Jaén. El objetivo era claro: construir un espacio autónomo de debate y toma de decisión, que se prolongara más allá de las elecciones municipales, siendo voz y sentido común de la mayoría social de la ciudad. Para conseguirlo se adoptaron dos sencillas e inamovibles condiciones: trabajo concreto para elaborar un programa y participación individual, sin que se niegue la existencia de colectivos.

¿Por qué este planteamiento? Desde ese primer momento se asumió que la unidad a la que se llama cada vez que se aproxima una cita electoral suele ser no más que una pose, sin que el debate real vaya más allá de la suma de siglas o las posiciones al conformar una lista. El error es intentar una unidad artificial, creada en un despacho y sin reflejo real en la calle. La unidad deseable, duradera y transformadora sólo puede venir tras un proceso de trabajo conjunto, de colaboración sincera entre el conjunto de fuerzas sociales, políticas y ciudadanía que pretendan dar respuesta a las necesidades de la mayoría de la población. Y ese trabajo requiere de un elemento vertebrador: las aspiraciones comunes, las medidas que transformen nuestra realidad, es decir, el programa.

La cosecha

Ahora, transcurridos unos meses, el trabajo de Ganemos Jaén ha dado sus primeros frutos. Se ha completado un proceso participativo y amplio de elaboración programática, con aportaciones de todos los sectores de la sociedad jiennense y consensuando, en múltiples encuentros y asambleas, aquellos elementos que reflejaban las distintas sensibilidades de un colectivo tan diverso. La satisfacción ante este esfuerzo se ha convertido en ilusión por reivindicar este programa, cada vez más compartido por la ciudadanía, y defenderlo como la expresión de una mayoría social preparada para gobernar su ciudad. Por eso, es ahora cuando se ha tomado la decisión de presentarse a las elecciones municipales, llamando a sumarse a toda la población de Jaén. Tenemos la necesidad de dar sentido a la aspiración de transformación social, sobre un acuerdo programático, y también de dar pasos para construir un proyecto con todos los actores que apuestan por un nuevo modelo de ciudad y aún no participan plenamente.

Este planteamiento lleno de ilusión no significa ingenuidad ni mero voluntarismo. En Ganemos Jaén somos conscientes de que existe la tendencia a equiparar poder e instituciones, como si aquellos que realmente deciden estuvieran sentados en un sillón de concejal, alcalde, diputado o ministro. Pero la realidad nos muestra que se toman más decisiones sobre lo común en los consejos de administración que en las instituciones públicas. Es por ello que no nos engañamos y situamos en su justa medida el acceso a las instituciones, un paso más en el proceso de toma de poder.

El poder de la calle

Aun en el caso de que una fuerza política alternativa consiguiera una victoria electoral, el verdadero reto consistiría en ser capaz de llevar a cabo medidas rupturistas con el entramado neoliberal y mantener ese poder en unas condiciones de enfrentamiento abierto con el poder económico y mediático que se le opondría. Es aquí donde entra en juego el otro elemento imprescindible de la toma de poder, la movilización y la organización social. El apoyo social necesario para sostener ese Gobierno requiere de un alto grado de concienciación y solidaridad entre la mayoría de la población, para lo que se necesita previamente apostar porque las gentes de los barrios se organicen y se doten de herramientas para participar en la transformación de su realidad diaria.
Analizados ambos elementos, el político y el social, se advierte que es imprescindible que compartan estrategia y se alimenten recíprocamente. Y, desde este punto de vista, no existe actualmente ninguna organización o conjunto de organizaciones, políticas o sociales, que puedan llegar a ser hegemónicas por sí solas para alcanzar el poder en toda su magnitud. Sólo la unidad y confluencia de intereses entre las organizaciones sociales, políticas y la mayoría de la población puede aspirar a la victoria de la sociedad frente a los poderes económicos. Es la asunción de esta idea la que nos empuja a apostar por la unidad y el empoderamiento ciudadano, conscientes y preparados para ganar una ciudad que lleva más de 35 años en manos del bipartidismo.

El camino, por tanto, para sumar una presencia institucional fuerte y con posibilidad de cambio, conectada con una autoorganización de las capas populares en los barrios, debe ser aunar voluntades contra el bipartidismo, por la ruptura con un régimen neoliberal que ha demostrado no ser capaz de satisfacer nuestras más elementales necesidades. Hay que ampliar y encontrar los cauces para la participación de todo el espectro social, y así aspirar verdaderamente a crear un contrapoder y no limitarnos a la, luego posiblemente decepcionante, victoria electoral. Y en este proceso vamos a seguir, haciendo frente a los obstáculos que plantean tanto las oligarquías como el oportunismo que aparece camuflado en tiempos convulsos.

Una oportunidad histórica

Llegado ahora el momento de decidir la articulación electoral de este movimiento, no debemos olvidar que el fin es mantener una entidad autónoma que, con la participación de todos pero sin control de nadie, elabora un programa y controla su ejecución por parte de aquellos que detenten la representación en las instituciones. No hay, por tanto, que permitir que cuestiones técnicas (agrupación de electores, coalición, nombre, primarias, etc.) rompan el proceso. Hay que seguir demostrando que es posible un avance social generoso, amplio y plural basado en la confianza en quien trabaja a tu lado y que aglutine a la mayoría que vive y sufre los efectos de este sistema que nos despoja de unas condiciones de vida dignas. Dejemos las posiciones sectarias a los intereses subalternos, por acción u omisión, al bipartidismo. La de Ganemos Jaén debe ser siempre la posición que asegure participación, democracia y el mayor consenso.

En Jaén vivimos una situación de emergencia social que no admite dilaciones ni “juegos de tronos” electoralistas. El grado de empobrecimiento y desesperación de una gran parte de nuestra sociedad reclama pasos audaces, asumir responsabilidades entre todos y avanzar hacia el empoderamiento ciudadano. Ganemos Jaén apuesta por una toma de conciencia ciudadana, por una población que esté dispuesta a coger las riendas del Gobierno de la ciudad para sí misma. El momento es propicio y la oportunidad histórica. Queda por ver si estamos todos a la altura y aprovechamos las condiciones para hacer algo nuevo, sincero y generoso. No sólo es “ganar” sino “mantenerse”, recuperar el poder para el pueblo. Avanzar y construir juntos es una necesidad que no acepta demoras ni intereses alejados de la toma de poder popular.

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