HUMOR
¡Andaluces, arrodillaos... que ha muerto la duquesa!

Durante toda esta primaveral mañana de otoño, la capital hispalense se ha llenado de fanáticos católicos y caballoflautas que han venido de todas partes del reino a despedir a la que ha sido, después de Rocío Jurado, una de las mujeres más grande de nuestra tierra.

23/11/14 · 6:43
Imágen del cómic Noctus Irae (Quilomba Ediciones,2013) ilustrado por Cristian Pineda / Cristian Pineda

Durante toda esta primaveral mañana de otoño, la capital hispalense se ha llenado de fanáticos católicos y caballoflautas que han venido de todas partes del reino a despedir a la que ha sido, después de Rocío Jurado, una de las mujeres más grande de nuestra tierra. Veinte veces Grande de España y Condesa de Gelves, yace hoy en el tanatorio de San Fernando la Duquesa de Alba, la noble “jipiosa”; distinguida por ser aquella que se ponía tobilleras compradas en el baratillo, por no peinarse nunca los pelos y por inspirar con su genética (si no ella, sus progenie) miles de coplillas del papel couche.

La capilla ardiente de Cayetana, o La Caye, como la conocían en el vecindario aledaño al Palacio de Dueñas, ha sido instalada en el ayuntamiento de Sevilla, para dar los honores a una persona cuya rebeldía ha sido demostrada una y otra vez a través de las múltiples ayudas que ha brindado a los impedidos de la capital de su región, la región andaluza. Suya, con papeles para demostrarlo. Siempre será recordada por decir y hacer todo aquello que se le venía a la cabeza, aunque no fuera políticamente correcto. Fue valiente en ese sentido, pues nunca pensó que pudiera perder nada de lo que tenía.
Se incinera porque nunca fué materialista, donaba los miles de euros de subvenciones agrarias a ayuda humanitaria
Habida cuenta de su modernidad, la marquesa de la Algaba y de El Carpio, no será enterrada en un mausoleo, sino que sus restos mortales serán incinerados, atendiendo a las preocupaciones austeras de la duquesa. “A ella nunca le gustó mucho la ostentación”, ha confesado alguien al que le han preguntado, de tantas y tantas personas que han ido a despedirla. Es una cuestión que el radicalismo andaluz nunca quiso entender, probablemente por la envidia que suscitaba. Ella se quema porque nunca fue materialista, ni le interesó para nada la tierra. Tanto era así, que los miles de euros en subvenciones públicas que recibían ella y sus herederos para trabajar sus propiedades, eran gastadas en vaya usted a saber qué ayuda humanitaria, precisamente por el desinterés terrenal que siempre la acompañó.

Sea como fuere, y a pesar de lo poco que gustaba la Condestablesa de Navarra de los disfrutes tangibles, parece que la polémica puede estar servida, una vez que se abra el sobre de su herencia (suponemos que esta cosas están guardadas en un sobre con lacra de cera). A pesar de que los aproximadamente 2.000 millones de euros que poseía en patrimonio, fincas, castillos y palacios, están repartidos entre sus herederos, una tercera parte de los bienes bursátiles y del dinero acumulado (otros 1.000 millones, euro arriba, euro abajo) quedó en el reparto a libre disposición. Suponemos que recibirán algún pico algunas asociaciones de diversos funcionales o de minusválidos y algunas hermandades como la del Cristo de los Gitanos, junto al que reposarán parte de sus cenizas. Por supuesto, el buenazo de su marido, el que tanto amor le profesaba, recibirá su merecido. Beneficio merecido, entiéndase. La Fundación de la Casa de Alba, gestora de los bienes, ha manifestado su tranquilidad por el reparto en vida de la herencia, ya que ha servido para frenar cualquier tipo de represalias por parte de Cayetano, hijo menor de la Duquesa y de costumbres más “vintages”.

Los andaluces (y sobre todo las andaluzas feministas, ya que era una mujer empoderada) debemos arrodillarnos y sentir el orgullo de que una mujer de su talla, escogiera en su día el palacio de Dueñas para vivir. Gracias a Cayetana muchas mujeres perdieron la vergüenza a bailar flamenco en público y se pusieron nuevamente de moda las mantillas, que tanta elegancia ha traído a nuestras tradiciones culturales y a las manifestaciones caballoflautas de nuestra tierra.

Una murciana obstenta ahora el honor de ser la mujer viva con mas títulos, con cinco carreras y 2 doctorandos
Es un día triste pues muere una hija predilecta de Andalucía, consagrada por Chávez y Monteseirín (ávidos observadores) que supieron valorar la labor que La Casa de Alba de Tormes ha desempeñado en la mejora de las condiciones de tantas y tantos jornaleros andaluces, sacándolos de la dureza del trabajo en el campo. Se nos ha ido la aristócrata rebelde, alguien de nuestra propia casta. Ya algunos catalanes han mostrado su envidia dada la índole corrupta de su aristocracia (como la Condesa de Barcelona). Además, hemos perdido el honor de tener en nuestra tierra a la mujer viva con más títulos del mundo. Ahora lo tiene una murciana parada que tiene cinco carreras y dos doctorados, así como un sinfín de cursos, jornadas y el B2 en inglés y en alemán. Pero ésta, a diferencia de la difunta, ha conseguido muchos de los títulos en plataformas educativas virtuales, por lo que estos no valen igual.

Fuentes oficiales han confirmado que la Pantoja no podrá asistir al tanatorio y que Podemos no está relacionada con la muerte de la Duquesa, al igual que no lo estuvo en la de Botín o la de Isidro Álvarez, Presidente de El Corte Inglés.

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