“Si este señor no se sienta a negociar, yo sigo con la huelga de hambre”. Este señor es Amado Franco , presidente de Ibercaja. Y el reto se lo lanza Toñi Rodríguez, una de las vecinas de la corrala Utopía, que desde hace 20 meses luchan con el apoyo de los grupos de vivienda del 15M de Sevilla por un alquiler social en este edificio.

La vecina y activista ha tomado esta decisión después de que fracasara el último intento de negociación con la entidad: pese a haber anunciado su presencia, los representantes de Ibercaja no se presentaron en la mesa de negociación que tuvo lugar el 10 de enero con la presencia del Defensor del Pueblo andaluz y la Junta. La idea de Rodríguez y del grupo de apoyo -formado por el resto de vecinas, los grupos de vivienda del 15M y otros colectivos sociales- es permanecer junto a la sede de Ibercaja en la calle San Fernando.

“Lo único que nos queda es hacer esto”, dice Rodríguez en un vídeo difundido la mañana del jueves por el grupo de apoyo a la Utopía. Una vez que ha tomado declaraciones a todos los vecinos del inmueble, la jueza ya sólo tiene pendiente concretar una fecha para el desalojo, algo que puede tardar todavía un mes. Además de la huelga de hambre, otras cinco vecinas se han desplazado hasta Zaragoza, donde tiene su sede Ibercaja, y han anunciado que no se irán hasta que les reciban representantes cualificados de la caja.

La propuesta que llevan es la cesión del bloque, en régimen de alquiler, a una cooperativa de vivienda formada por las propias vecinas, fórmula ya usada por el movimiento de las corralas para firmar el acuerdo de alojamiento de otro inmueble, la corrala la Libertad.