25N mujeres diversas contra las violencias patriarcales
Violencia machista en los Movimientos Sociales

Durante esta semana y la que viene un amplio grupo de colectivos feministas de la ciudad de Sevilla aunan fuerzas para realizar un gran número de actividades de lucha en torno al 25N contra las violencias patriarcales. Entrevistamos a Hilario Sáez, sociólogo y miembro del Foro de Hombres por la Igualdad en relación a un taller realizado el mes pasado sobre la violencia machista en los movimientos sociales.

, Redacción Andalucía
19/11/13 · 22:43

Desde este miércoles día 22 de Noviembre hasta el próximo lunes, varios grupos feministas de Sevilla preparan unas jornadas diversas de lucha, reflexión y repulsa frente a las violencias patriarcales entorno al 25N. Talleres y charlas, una actuación muy especial de Pamela Valenciano, una noche tomada por las mujeres o acciones de calle el mismo lunes, son algunas de las actividades programadas. Para comenzar la semana de acción, resumimos una entrevista a Hilario Saéz, sociólogo y miembro del Foro de Hombres por la Igualdad de Sevilla, a raíz de un taller que propusieron a finales del mes pasado sobre las violencias machistas en los movimientos sociales. 

¿A qué os referís cuando habláis de violencias en plural?
A través de la denuncia contra la violencia hacia las mujeres en forma de asesinato se ha conseguido poner sobre la mesa un debate que estaba olvidado y que pasaba como una cuestión privada. Pero la violencia hacia las mujeres es más extensa, se da en todas las relaciones de poder que se establecen entre hombres y mujeres e incluye otro tipo de violencia como la homofobia, que forma parte de la misma ideología machista, basada en una supremacía tradicional que tenemos los hombres que tenemos que ejercer y que defender a través de la fuerza. Por eso es importante que abramos el foco y nos fijemos en las violencias cotidianas como los acosos callejeros, que afectan mucho más en la población que las que terminan en asesinato. Nos permite abordar el tema como pensamos que debe de hacerse, que es en primera persona: muchas veces los hombres pensamos que los maltratadores son otros y cuando uno conoce a los hombres que acaban matando a sus mujeres, nos damos cuenta de que es lo que dicen los vecinos "era una persona normal, un vecino normal". El machismo está en la normalidad. La raíz es más amplia, la violencia de género es en realidad violencia en general. ¿Dónde se naturaliza, se normaliza la violencia como desigualdad? Se hace en la familia, por eso creemos que para hablar de violencia de género hay que indagar también en la violencia en general. 

¿Qué mecanismos tenemos para reconocer las violencias de género y diferenciarlas de otro tipo de violencias?
A ver, cómo se ha conocido el fenómeno hasta ahora parece algo muy específico y es verdad que dentro de las relaciones de pareja, el maltrato se da en una fórmula con un perfil claro de anulación de la otra persona hasta hacer que acepte con normalidad el sometimiento e incluso la muerte. Eso requiere, por la naturaleza de ese tipo de espacios, que se trate de forma específica. No obstante, comparte muchas características con otros fenómenos como el bullying en las aulas o, insisto, la homofobia o muchas otras de las fórmulas que vemos con toda normalidad, que tienen marca de género evidente. Se ha conseguido que cuando hablemos de género, miremos siempre a las mujeres y nos olvidemos del género que está más presente en la sociedad, que es el masculino. Por ejemplo, viendo los resultados del fútbol cada semana y la intensidad y la expresión que tienen, no nos fijamos en que es una expresión de género, de género masculino, pero no tiene marca de género. En ese sentido, hay que hacer un tratamiento específico de las relaciones de pareja, pero ampliando y mejorando lo que ya se ha hecho. Hay que dirigir la actuación a la prevención, hacer que la intervención se haga antes sobre la ideología y las formas de comportamiento de quien las produce. Ante el fenómeno, la mayoría de la gente se pregunta ¿por qué aguantan las mujeres? y quizás la pregunta es ¿por qué pegan los hombres?, si queremos ir a la prevención y profundizar más en la cuestión. La mayoría de los hombres pegan, no porque sean violentos, sino porque tienen una idea de ser hombres que aplicamos en todo el terreno: en la competitividad, en la lucha por la notoriedad... está naturalizada esa forma de ser hombre que deriva a emplear la fuerza si no salen las cosas como uno quiere, que no te puedes rendir, luchar hasta el final... Toda esta es la cuestión que está de fondo. Lucha específica contra la violencia de género, pues sí, pero hay más elementos de género en la violencia de lo que se suele ver.

¿Por qué es necesaria esta reflexión sobre estos temas en relación a los movimientos sociales?
Y ¿por qué no debería serlo? Una cuestión que a mí me impresionó mucho en el  movimiento más feminista que yo conocía, como era el Movimiento Autónomo Berlinés: una violación en una okupación hace que el movimiento se divida entre hombres y mujeres. De aquello se habló cuando llegó a ese nivel de gravedad, pero no se habla de la invisibilización de los temas feministas, como si se tratase de un tema sectorial de las mujeres. Hemos estado todo el tiempo hablando de la cuestión de "la mujer" cuando el feminismo es una ideología, no una cosa de las mujeres, es una cuestión de igualdad, que además sigue siendo una cuestión que a la izquierda le cuesta introducir. Correa acaba de vetar el derecho al aborto siendo la Constitución de Ecuador un modelo para el conjunto de la izquierda y muchas feministas compañeras se han callado, porque en los sindicatos sigue habiendo acoso sexual a las compañeras, por que en las casas okupas hay problemas de convivencia que están atravesados por el género, se quiere organizar una fiesta en la invisible para chicas y los compañeros no entienden por qué las chicas quieren estar solas... La desigualdad también está en los movimientos sociales y uno no puede hablar de los demás sin hablar de uno mismo. Se trata de mirar para adentro para limpiar la casa.

Y ¿qué actitudes concretas se dan en los movimientos sociales que representan estos tipos de violencias?
Es difícil ver algo tan profundamente inscrito en los cuerpos, en las formas de ser de hombres y mujeres. Hablamos de un cambio antropológico que modifica nuestra forma de ser en los últimos 10000 años, con lo cual está tan asentado que parece difícil verlo y dar ejemplos. El lenguaje es uno de ellos, pero hay otros. El alejamiento del feminismo de los nuevos movimientos sociales, por ejemplo, el rechazo inicial en las Setas del Feminismo. A veces, he encontrado muy alejado un debate interno en estos movimientos sobre las cuestiones feministas. La dificultad para reconocer la posibilidad de espacios específicos para las mujeres, tanto como los de los hombres, donde plantearnos nuestra propia condición de género, pues estamos en una posición de género diferente. Si las mujeres se empoderan, nosotros tenemos que hacernos algún tipo de examen también. En los nuevos movimientos, con el argumento de la deconstrucción de los sujetos políticos e incluso de los cuerpos, como en los transfeminismos o los transgéneros, se olvidan que venimos de una situación de desigualdad y obviarla es reproducirla. Desde ese punto de vista hay que retomar esos debates que nos inmiscuye al conjunto de la sociedad, además siendo un punto que integra lo personal, lo social y lo político. Efectivamente, hablamos de poder, de política. Hasta que no cambiemos nuestras relaciones sociales no se podrá dar un cambio en la política y ese debate no se ha dado en los movimientos sociales. Ha estado en la polémica de "la revolución será feminsita o no será" o en los gritos homófobos que hemos oído en todas las manifestaciones del 15M, que han ido poco a poco cambiándose y al final se ha logrado que el feminismo sea una de las ideologías básicas de los nuevos movimientos sociales. Ese es el camino, ahora hay que buscar las claves para darle continuidad y hacer una reflexión que vaya permeando los diferentes ámbitos de los movimientos.

 

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