1.473.700 personas desempleadas según la última Encuesta de Población Activa (EPA) en Andalucía. Frente a esta situación algunas personas desempleadas han pensado que la unión hace la fuerza y han constituido la Asamblea de Parados, gestada en el seno de la asamblea del 15M de Triana, con el principal objetivo de tomar conciencia como colectivo. “Nadie defiende a los desempleados”, explica Jesús, “hacía falta un colectivo que los representase. Lo primero es formarnos como colectivo, autorganizarnos y defendernos”. “El paro, además, no es cuestión aislada, sino que está relacionada con la precarización del trabajo, con las privatizaciones, con los desahucios, etcétera. Es importante que la sociedad no vea el desempleo como un problema separado, sino como parte de un todo que abarca desde la reforma laboral hasta la cuestión de la deuda”, comentan. “Es muy importante que los desempleados tengamos conciencia de nuestros derechos”, añade Lola, “por esto uno de nuestros principales objetivos es informar, por ejemplo, organizando talleres sobre cómo nos afecta la reforma laboral o sobre las prestaciones familiares”. Otro objetivo de la asamblea es denunciar los abusos de las empresas privadas y las políticas públicas que afectan al empleo.

La Asamblea de Parados, que empezó hace ya varios meses en Triana, ha hecho una densa campaña de información en los centros SAE, así como una campaña de protesta contra la supresión del Bonobus Solidario (tarjeta que permite a las personas desempleadas utilizar los transportes públicos de la capital de forma gratuita) y con la que se ha conseguido su devolución. Quizás, de la misma manera que el movimiento por el derecho a la vivienda ha conseguido que los actores políticos comiencen a buscar alguna solución, más de seis millones de parados pueden lograr que cambien las políticas de empleo. “Para esto —explica Mercedes, una de las impulsoras de la Asamblea de Parados— es indispensable que estemos unidos, los desempleados sobre todo y los trabajadores también”. En la actualidad Triana aspira a que la iniciativa se extienda a otros barrios, como está empezando a ocurrir de forma parecida en Montequinto y en Cerro-Amate.

En la noche del Alumbrado de la feria de Sevilla, el momento en el que se ilumina la portada de la Feria, varias personas alzaron unas pancartas, cada una con una letra, componiendo un mensaje muy contundente: “El paro mata”. Mientras, los Cantores de Hispalis le cantaban a las autoridades municipales “que no nos falte de ná, que no, que no…”. El mensaje evocaba la miseria y la desesperación de una vida sin trabajo, de los suicidios a causa del paro que han sido prácticamente silenciados, tanto que aún falta un estudio serio sobre el aumento de depresiones y suicidios a causa de la crisis.

“Al principio éramos tres, pero no hay que desanimarse, hay que entender que es muy difícil que los desempleados se movilicen, sobre todo si llevan años en el paro”, cuenta Mercedes, una de las impulsoras de la Asamblea de Parados. “Mi padre tiene 54 años, sabe que ya no va a volver a encontrar trabajo y con la supresión del subsidio para mayores de 45 años la situación es realmente dramática, ¿cómo voy a decirle que no se deprima y que luche?”, cuenta una chica recién llegada a la asamblea. “El factor psicológico es muy importante —explica Mercedes— un parado de larga duración intenta sobrevivir con muchísimos problemas, todas sus energías están volcadas en esto y además es muy fácil venirse abajo, deprimirse, rendirse... Por esto hay que salir de casa, unirse con los demás y luchar”. Aunque sólo fuera por esto, la Asamblea de Parados, que tiene entre sus objetivos a medio plazo crear redes de alternativas económicas e iniciativas de autoempleo.

Más activa que nunca la asamblea se concentra todos los lunes a las 12h delante del Ayuntamiento bajo el lema “No estamos Parados”. Es una manera de hacerse visibles y reclamar una políticas activas de creación de empleo, el apoyo a las iniciativas de empleo social y cooperativo y la aplicación inmediata de medidas de urgencia frente a una situación de drama social ante la cual no se puede permanecer indiferente.