ALTERNATIVAS
40 años de proyecto cooperativo

Este curso celebra en Madrid su aniversario el Palomeras Bajas.

12/05/10 · 6:00
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En 40 años de proyecto
educativo las
personas que han
formado parte del
ahora colegio público Palomeras
Bajas
(Vallecas, Madrid)
tienen muchas aventuras que
contar. “Una historia llena de
luchas, de ningún modo gratuitas
y repletas del esfuerzo de
muchos y muchas compañeras”.
Algunas de ellas muy
lejos de sus intereses, como
cuando en 1976 ardió el
único barracón que componía
el centro, sin el apoyo entonces
de la administración pública.
Unas instalaciones provisionales
que duraron hasta
1983.

Pero el plato fuerte de las celebraciones,
que estos días
recuerdan los 40 años de este
centro de las afueras de
Madrid, es su apuesta por una
educación alternativa basada
en “dar respuesta a las necesidades
del barrio y a las inquietudes
pedagógicas y sociales
del equipo de personas que lo
pone en marcha”, como afirma
su proyecto educativo.
Una de las grandes apuestas
del centro, la cooperativa que
gestiona gran parte del material,
tiene el doble objetivo de
limitar las diferencias
socioeconómicas y propiciar
que los niños y niñas se socialicen
en el compartir y gestionar
conjuntamente. Se fomenta
la “responsabilidad en la utilización
de los materiales y
una invitación al trabajo en
equipo donde nadie quede
marginado porque tenga más
o mejores materiales, pues
todo lo que se utiliza en la
clase pertenece al colectivo”.

La organización del día a día,
con la adopción progresiva de
un plan de trabajo que facilita
la autonomía de los niños y la
adecuación de las tareas a las
posibilidades de cada cual,
está basada en una percepción
de la diversidad como
riqueza que debe ser atendida,
en un interés por compensar
las desigualdades sociales a
través de los procesos educativos,
y en una valoración de la
autonomía como aprendizaje
fundamental.

En todo este proceso, hay una
figura fundamental, la asamblea.
Todos los grupos se reúnen
al comenzar cada semana
y sus decisiones se articulan
en la Junta de Alumnos, donde
representantes de los cursos
toman decisiones sobre problemas
o cuestiones que afectan
a todos. Durante toda la
trayectoria de los niños y niñas
en el centro, la expresión de
los sentimientos, la búsqueda
de soluciones dialogadas, la
resolución de conflictos por
vías no violentas y la participación
de todos se van trabajando
cotidianamente. Mediante
la asamblea se fomenta el diálogo
y la asunción de responsabilidades
para “establecer
relaciones de convivencia
basadas en el respeto a las
diferencias de opinión e intereses,
de puntos de vista, clase
social...”. Pero también, este
tipo de organización pretende
luchar contra “la idea de que
la maestra es la máxima autoridad
para resolver todos los
problemas y que no puede
rebatirse su actuación”.

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