El lunes comienza la vista oral contra Iván Ramírez, activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca acusado de lesionar a dos policías en la Cabalgata Indignada de 2011. Él niega los hechos y aporta su muñeca izquierda, operada, como prueba de que quien recibió las agresiones no fue ninguno de los agentes.

El lunes 14 de diciembre y el martes 15, Iván Ramírez será juzgado en la Audiencia Provincial de Madrid. La acusación solicita un año y nueve meses de prisión para él por lesiones a dos policías y resistencia a su detención.
Los hechos de los que se le acusa sucedieron el 28 de diciembre de 2011 cuando Ramírez, economista en paro de 39 años y padre de una hija de 10, acudió a una protesta en Madrid, la Cabalgata Indignada.
Ramírez participaba por entonces en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, una de las organizaciones convocantes de la marcha.
"Se saturó el paso de cebra de donde salíamos, en la calle Alfonso XII, y un policía me empujó violentamente. Me di la vuelta y le recriminé su actitud, preguntándole que qué pasaba. De inmediato me derribó y junto a otro compañero me placaron y me dieron una paliza estando en el suelo. Me levantaron, me llevaron al furgón y allí me agredieron de nuevo. Uno se ensañó con mis muñecas y otro con los tobillos", recuerda Ramírez a Diagonal.
Tras ser detenido y declarar en los juzgados de Plaza de Castilla – "allí hice constar mi intención de denunciar a los policías que me agredieron pero la fiscal y la jueza tendrían que haber abierto diligencias y no lo hicieron"-, Ramírez sufrió una larga procesión médica que le llevó a ser operado de la muñeca izquierda un año después. El pronóstico de algunos de los especialistas que le trataron anticipa que podría llegar a perder la movilidad de esa mano.
Sin embargo, el informe que solicitó al forense del juzgado desvincula esa lesión de la actuación de los policías, a quienes Ramírez también denunció posteriormente: "A ellos también les van a juzgar pero parece que emplean más fuerza en juzgarme a mí. De hecho, la fiscalía se resistió a atender mi demanda hasta que tuvieron que aflojar porque tengo testimonios, fotos y partes médicos".
Ramírez espera encontrar "justicia" en la vista oral y considera que hay un ciclo de represión "brutal" en los últimos meses. "La idea es desmovilizar y meter miedo. Esta lógica del miedo funciona a todos los niveles y en todos los estamentos sociales: "no hago huelga porque me echan, no reclamo subida de sueldo porque me echan,…" y hay mucha gente a la esto le desmoviliza".
comentarios
0