DOS CONCIERTOS, INVESTIGADOS RECIENTEMENTE POR LA FISCALÍA
RAC, los acordes de la banda sonora del odio

Los neonazis utilizan la música para captar nuevos militantes y financiar sus actividades.
La Fiscalía de Delitos de Odio en Catalunya empieza a actuar contra grupos y conciertos.

03/12/10 · 8:00

Resulta curioso que los mayores detractores
del mestizaje utilicen el
rock, música de raíces negras, y sus
derivados (punk, oi!, heavy...) para
difundir sus mensajes. Pero ya nada
sorprende de los neonazis, que reiteradamente
reutilizan los símbolos y
los medios de expresión habituales
de la izquierda para tratar de presentarse
como una cultura alternativa e
intentar atraer a un público juvenil.
Empezó Ian Stuart Donaldson con
su banda de rock Skrewdriver, pionera
en los primeros conciertos de
Rock Anti Comunista (RAC) que organizaba
el National Front inglés.
Pero Stuart se desligó del partido y
creó en 1986 en Gran Bretaña Blood
& Honour (B&H), de caracter naziskin
y que ha sido prohibida en varios
países por su actividad neonazi.
El objetivo, según Stuart, era “atraer
y activar a jóvenes blancos a través
de la música RAC/WP –Rock contra
el Comunismo y Poder Blanco– y de
actividades culturales con pautas políticas
nacional-socialistas”.

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RESPUESTA. Manifestación antifascista en Madrid el pasado 21 de noviembre. Olmo Calvo

Conexión internacional

La dimensión internacional de los
eventos musicales de la extrema derecha
se percibe con un simple paseo
por las webs neonazis más importantes.
En ellas se anuncian conciertos
en todo el mundo, donde participan
bandas y público de varios
países. Los primeros conciertos de
RAC en el Estado español, de carácter
internacional, tuvieron lugar en
Valencia durante los años 1993 y
1994, organizados por el grupo naziskin
Acción Radical (AR), desarticulado
por la policía en 1995. Convocaban
“conciertos por la raza”, en los
que participaban bandas internacionales
como No Remorse o Battle Zone,
junto con los primeros grupos españoles
como División 250, liderada
por el actual líder de Democracia
Nacional (DN), Manuel Canduela.
Canduela, uno de los jefes de AR
condenado por pertenecer a dicha
organización, es el autor de la mítica
canción “Eh, negro, vuelve a la selva,
Europa es blanca y no es tu tierra”.
La proliferación de bandas es
evidente gracias a las nuevas
tecnologías y a la impunidad que ha
existido. Sus discos se venden por
internet, en tiendas de material ultra
y en actos y sedes de partidos y organizaciones
de extrema derecha. Algunos
álbumes, como el del grupo
Impertinencia, que contiene canciones
como Josep Goebbels, La Orden
SS o Rudolf Hess, se pueden adquirir
a día de hoy a través de Ediciones
Nueva República (ENR), la editorial
filonazi cuyo propietario es el líder
del Movimiento Social Republicano
Juan Antonio Llopart. LLopart, que
fue juzgado y condenado a dos años
y medio de cárcel por difundir a través
de su editorial ideas genocidas
sigue libre gracias al recurso que
presentó, todavía sin resolver.

Protocolos de seguridad

Sin embargo, los conciertos suelen
realizarse bajo un protocolo de seguridad
para evitar infiltraciones policiales
o boicots antifascistas. Se
anuncia el concierto y se da un email
o un teléfono para que los interesados
contacten. Y el día del evento, los
organizadores envían un mensaje
con el lugar y la hora del concierto.
Más allá de los habituales centros
de captación ultra –campos de fútbol
o manifestaciones de extrema derecha–
la música RAC ha cobrado una
enorme importancia en el proselitismo
y las finanzas neonazis. En julio
de 2009, la Audiencia Provincial de
Madrid condenaba a penas de entre
un año y medio y dos años y medio
de prisión a 15 miembros de la rama
española de Hammerskin, una red
racista internacional. Varios de los
condenados son componentes de
grupos de RAC y, según la Guardia
Civil, Hammerskin había organizado
al menos 11 conciertos en tres años.
La misma relación quedó probada
tras el reciente juicio e ilegalización
de Blood & Honour [ver recuadro].
Pero la tradicional impunidad en
la que se mueve la actividad nazifascista
en el Estado español ha topado
con las iniciativas del fiscal de
Delitos de Odio en Catalunya que
ya empieza a ser su bestia negra. En
junio, los Mossos d’Esquadra se
presentaron en un chalet de Tortosa
(Tarragona) donde se celebraba un
festival neonazi titulado Rac in the
Rio. La policía identificó a 76 personas,
algunas venidas de otros países,
y se incautó de abundante material
nazi, además de detener al supuesto
organizador del evento,
Enrique Valls Auxach, delegado del
partido neonazi Alianza Nacional
(AN) en Catalunya.
Cinco días antes, los Mossos habían
actuado contra una banda catalana
de RAC llamada Hijos del
Odio, cuyas letras presuntamente fomentaban
el odio y la discriminación.
También enaltecían el régimen nazi.
Cinco personas de diversas localidades
catalanas fueron detenidas. Una
de las letras, dedicada a los homosexuales,
se titula Enfermos mentales a
la cámara de gas y contiene versos
tan elocuentes como “ha llegado ya
su fin, les vamos a destruir”.
Más recientemente, en octubre,
la policía catalana intervenía en un
concierto celebrado en Sabadell
(Barcelona) en la sala Kon-Fusión,
donde actuaba una de las bandas
más veteranas del movimiento neonazi,
Batallón de Castigo [ver recuadro].
Los Mossos identificaron
a los cerca de 200 asistentes, además
de grabar en vídeo el concierto
para estudiar si se incurría en algún
delito de incitación al odio. En
este evento también actuaba el grupo
Más Que Palabras, cuyo último
disco tiene de portada un dibujo de
un grupo de skins apuñalando a varios
negros. También el pasado 20
de noviembre, la Fiscalía de Delitos
de Odio de Madrid, siguiendo los
pasos de su homóloga en
Catalunya, ordenó la grabación del
concierto nazi en el que intervinieron
bandas internacionales como
Brutal Attack o Non Plus Ultra y los
españoles Dramatic Battle para estudiar
su judicialización.


El ejemplo alemán

En 2003, el Tribunal Supremo de
Alemania confirmó la pena de tres
años y cuatro meses de cárcel para
Michael Regener, cantante y letrista
del grupo musical neonazi Landser,
por incitar al odio racial. Aunque el
Código Penal español también contempla
en su artículo 510 este delito,
la falta de interés político y de
medios judiciales en esta materia
han permitido su impunidad. Sin
embargo, las actuaciones de la Fiscalía
especializada en delitos de
odio de Catalunya ha abierto el melón.
Letras como “en mis manos el
puñal, busco entre tus costillas (...)
un lugar para clavar” (Batallón de
Castigo) u “odiamos vuestra vida de
vicios y derroches, el olor a la sangre
fomenta nuestros sentidos, (...)
puedes darte por perdido” (Más
Que Palabras) sonarán en breve en
los despachos de la Fiscalía.

RAC desde la cárcel

La historia del grupo Batallón de Castigo
es, cuanto menos, curiosa. El grupo
fue fundado en la cárcel de Alcalá
II en 1991 gracias a un taller de música
que organizó la Comunidad de
Madrid. Eduardo Clavero, condenado
por matar a un joven de 19 años de
una puñalada en el metro de Madrid
un año antes, encabezó desde el principio
el grupo, que ofreció varios conciertos
en la misma prisión e incluso
llegó a grabar su primera maqueta
entre rejas. Con la salida en tercer
grado de Clavero, en 1999, la banda
entró de lleno en los escenarios del
RAC español. En 2006, Clavero actuó
en el acto de presentación del partido
neonazi Alianza Nacional en Valencia,
formación que lideraría en Málaga
durante los años siguientes.

Boicot sala Heineken

El 27 de febrero, la céntrica Sala Heineken
de Madrid acogió un concierto
del grupo neonazi Batallón de Castigo.
La Policía Nacional organizó un
despliegue para controlar a sus asistentes.
Grupos antifascistas de Madrid
 llaman a boicotear a esta sala.

Una asociación cultural

En julio, la Audiencia Provincial de
Madrid declaraba asociación ilícita y
ordenaba la disolución de Blood &
Honour (B&H) España. En este juicio
que sentó en el banquillo a 18 neonazis
de Madrid, Burgos, Jaén y Zaragoza,
quedó claro el enorme papel
de la música y de los conciertos en
el actual mundo ultra. La sección española
de la organización neonazi
con mayor implantación internacional,
registrada legalmente como
«asociación cultural», organizaba al
año tres o cuatro conciertos y se financiaba
con la venta de armas prohibidas.
Fue desmantelada en 2005.

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comentarios

2

  • |
    anónima
    |
    29/01/2011 - 2:18pm
    <p class="spip">me preocupa más la extinción del pueblo español que el hecho de que los jóvenes idealistas hagan conciertos en los que se consume alcohol, es un hábito poco saludable pero ¿quien no se ha echado nunca una cervecita al grito de ARRIBA EUROPA?</p> <p class="spip">un saludo y ánimo a todos los músicos patriotas.</p>
  • |
    anónima
    |
    08/12/2010 - 2:23pm
    <blockquote class="spip"> <p class="spip">Víctimas de la violencia fascista, denuncian la impunidad con la que el entramado nazi-fascista español, se financia, para luego cometer todo tipo de agresiones fascistas, racistas, sexistas y homofobas.</p> <p class="spip">La música RAC y sus conciertos, incitan al odio, la violencia y la discriminación por razones raciales, étnicas o de orientación sexual y financian sus actos violentos en todo el Estado español o a los que los comenten.</p> </blockquote>
  • RESPUESTA. Manifestación antifascista en Madrid el pasado 21 de noviembre. Olmo Calvo
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