Juan Gutiérrez
Asesor por la paz
“Como paz positiva entendemos algo que no se refiere a la violencia, que es el sí a la vida compartida"

El investigador Juan Gutiérrez sostiene que el Gobierno no ha dado pasos hacia la construcción de una paz en común.

, Redacción
18/04/14 · 7:38

Durante 14 años, Juan Gutiérrez dirigió el centro de tratamiento de conflictos y de investigación por la paz Gernika Gogoratuz. Actual­men­te conduce un seminario en Medialab Prado sobre la memoria como bien común, que trabaja sobre lo que Gutiérrez define como “hebras de paz”: un compendio de testimonios “que no hablan en favor de un bando ni de otro sino de la dimensión humana que lleva a que alguien rompa la disciplina de su bando para echar una mano a otro del bando enemigo cuando está en una situación de peligro”. Hemos conversado con él sobre los conceptos de paz aplicados al conflicto vasco.

¿Qué trascendencia tiene que se pida a los acusados de pertenencia a ETA que condenen los motivos que les llevaron a cometer actos terroristas?

Lo que se llama tratamiento de conflictos parte siempre de distinguir los hechos que se condenan o se castigan de los motivos que llevaron a esos hechos. El castigar los motivos es la línea que trata los conflictos simplemente como crímenes; los que dicen que sólo hay que aplicar la represión y la justicia; el castigo y la condena. Creo que en el contexto del Estado español engarza con el intento de superar la guerra civil manteniendo la conclusión de que hubo vencedores y vencidos.

¿Hay reticencias del Gobierno a la hora de dar por terminada a ETA?

Las exigencias que planteaban a ETA fueron que hicieran una tregua, luego una indefinida, luego una unilateral y, según ETA –porque no le quedaba otro remedio o por convicción– ha ido dando esos pasos, se les ha presentado nuevas exigencias. Ahora piden que renieguen de los motivos que les llevaron a cometer actos terroristas, pero también que colaboren con la policía para combatir a quienes cometieron esos actos antes, porque hoy no los está cometiendo ningún etarra. Quieren generar seres vacíos, no sólo renegados. El Estado se ve a sí mismo como el bien que lucha contra el mal. Y con el mal no se negocia, sino que se le machaca. Y cuando está machacado, se le pone la bota en el cuello y se aprieta. Y cuando gime se le dice que vomite su pecado. Es una imagen muy vieja pero que ha resonado a lo largo de la historia de España. A mi entender, eso es un servicio muy malo a las víctimas. Las víctimas merecen toda la compasión y todo el apoyo pero, hacer que declaren que el mal que han sufrido es infinito lo único que produce es llevar a una condena infinita.

No hay fin posible si no se deja morir lo que está muriendo.

Lo que pasa es que social y culturalmente creo que nuestra ciudadanía, la de todo el conjunto de España, ya ha superado eso, y es cada vez más artificial y forzado. Hay un proceso lento de evolución. Porque los pasos de ETA, que se pueden considerar como insuficientes, sí que son más que suficientes para provocar algunos pasos por parte de las instituciones del Estado. Y en las instituciones europeas se empieza a desmontar este bloqueo estatal. El primer paso ha sido el rechazo a la Doctrina Parot aplicada como una doctrina retroactiva.

¿En qué consiste el concepto de paz positiva que has desarrollado en entrevistas previas?

Con el concepto de hebras de paz nos referimos a esa paz positiva. Distinguimos la paz negativa que es el no a la guerra, el no a las violencias, y la paz positiva, que es el lado más vital de la paz. Como paz positiva entendemos algo que no se refiere a la violencia, que es el sí a la vida compartida o al engarce de vidas. Eso existe en el País Vasco aunque haya habido un trasfondo de muertes o de asesinatos. Lo que pasa es que es muy difícil hacerlo público porque está amenazado con que te denuncien por alabanza del terrorismo. Nosotros tenemos recogidas bastantes historias que, si las hacemos públicas, no sabemos si va a suponer una acusación de alabanza del terrorismo. El decir que tiene una buena cualidad humana una persona condenada por terrorismo no puede definirse como alabanza del terrorismo. Es una argumentación muy sencilla, pero encuentra una barrera muy grande.

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Juan Gutiérrez en el taller de Medialab.
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