Ya nadie baila, todos son DJ

Diciembre de 2010: Los telediarios abren sus informativos hablando de los hacktivistas, unos “peligrosos” activistas que controlan las herramientas informáticas y de los cuales nadie sabía nada hasta que Amazon cierra Wikileaks tras la publicación del Cablegate, y los Anonymous arrancan la Operación Payback como venganza.

, Hacktivista, mediactivista y precario, sobre todo precario
11/12/12 · 20:16

Diciembre de 2010: Los telediarios abren sus informativos hablando de los hacktivistas, unos “peligrosos” activistas que controlan las herramientas informáticas y de los cuales nadie sabía nada hasta que Amazon cierra Wikileaks tras la publicación del Cablegate, y los Anonymous arrancan la Operación Payback como venganza. Sin embargo, el hacktivismo nacía dos décadas antes, cuando en varias máquinas del ejercito estadounidense y la NASA se pudo leer el mensaje “Habláis de tiempos de paz para todos, y entonces os preparáis para la guerra”, tras ser infectadas por el ‘gusano’ Tanka. A esta acción se le sumarían otras como las ‘sentadas virtuales’, o netstrikes, que tumbaban webs mediante la participación de miles de personas, lanzada inicialmente por los activistas antinucleares franceses en 1995 y que sería replicada luego por los zapatistas en 1997.Al mismo tiempo, comienzan a aparecer espacios donde interactuar políticamente con la tecnología, los conocidos como HackerSpaces en el  norte de Europa y EE UU, o Hacklabs en el sur de Europa. Estos espacios se constituyen como laboratorios comunitarios abiertos en los que se investiga de forma colaborativa en nuevas tecnologías y los derechos civiles en torno a ellas. Espacios donde aprender qué es el copyleft, el software libre o el derecho a copia privada. En el año 2000 abría sus puertas el primero de estos hacklabs en el Estado, Kernel Panic, en Barcelona. Es a través de estos espacios, ligados en muchos casos a centros sociales, como el hacktivismo empieza a aprender de otros prácticas, permitiéndole jugar y adaptarlas –en una palabra, ‘hackearlas’– para entornos digitales o mediáticos. Al nacimiento de los hacklabs, se le suma el desarrollo del Hackmeeting, un encuentro anual de hackers que arranca en Italia en 1998 y llega al Estado en el año 2000.  

El hacktivismo en el Estado se articula a través de estos espacios. El  hacklab para el trabajo cotidiano y el hackmeeting como espacio de intercambio de prácticas entre los hacklabs, todo esto potenciando la creación de nuevos hacklabs. Eso marca un peso mayor de lo local sobre lo estatal o global. El cotidiano tendrá una parte importante de debate y autoaprendizaje en cuestiones tanto técnicas como políticas, pero muchas veces sólo se materializarán en charlas y talleres, o ante determinados eventos que sucedan en la ciudad, con protestas con escaso éxito. El hecho de que las redes sociales sean propietarias hace a los hacktivistas reacios a participar en ellas, y no son partícipes del hackeo de Twitter y Facebook que se realiza. Sin embargo, durante una parte no menos importante de su tiempo, los hacklabs aportarán sus conocimientos al centro social, permitiéndole desplegar herramientas como listas de correo, páginas web o equipos informáticos para su día a día.

Ese esquema centrado en lo local cambia con el nacimiento de hacktivistas.net en el Hackmeeting de Málaga en 2008, una forma de hacer que la comunidad forjada entre los hacklabs y el Hackmeeting pueda trabajar en el cotidiano para poder enfrentar la amenaza de la agenda del tratado internacional de comercio y antipiratería que implicaba la aprobación de la que luego sería llamada Ley Sinde-Wert. Hacktivistas.net permite abordar mayores conflictos y por lo tanto romper la barrera mediática de forma más continuada. Coincide con un momento en el que mucho de ese trabajo cotidiano de los hacklabs deja de ser tan necesario ya que tareas como el soporte a los usuarios de Linux se soluciona gracias a distribuciones como Ubuntu y su comunidad de usuarios. La cultura libre ya es altamente conocida en el Estado y las tareas comunicativas del centro social se facilitan con herramientas como los blogs y las redes sociales.  

Esa falta de necesidad de los hacklabs es también un problema para los propios colectivos. Menos actividades significa menos gente acercándose a conocerlos. La facilidad para instalar software libre desde tu propia casa impedirá que aficionados a la informática se politicen en el centro social. La aparición de una fuerte militancia hacktivista en internet, Anonymous, facilitará que mucha gente entre a formar parte y a prescindir de militancias más físicas como los hacklabs. Mucha gente pasa de los hacklabs a otras comunidades hacktivistas como Lorea (desarrolladoras de n-1.cc), aLabs (oiga.me) o guifi.net entre otras.

Dos fotografías para entender el cambio. La primera cuando, en enero de 2009, el C.S Patio Maravillas sufre un nuevo intento de desalojo. En aquel momento el hacklab del centro social, HAMLab, propone una acción: un “desalojo en directo”. La idea es habilitar cámaras dentro y fuera del centro social que permitan emitir el desalojo, pidiendo a la comunidad internauta que sean testigos, y por lo tanto protejan a los activistas que resistan tanto en el interior como en el exterior. Para ello es necesario contar con los recursos de dos servidores alternativos que ponen su infraestructura a disposición, aunque en determinados momentos de la acción termina siendo insuficiente. A eso se le une la posibilidad de poder emitir también radio por internet así como usar Twitter para contar al minuto, contrastando la información de los medios de comunicación generalista que cubren el evento. La policía ni siquiera se presenta y el desalojo es aplazado.

La siguiente fotografía la podemos tomar dos años después, cuando se  ponen en marcha todas estas mismas prácticas durante cualquier desahucio, con una gran diferencia: sólo hace falta un móvil de última generación con una conexión de datos. La democratización de la tecnología que supone este salto es impensable.

Esta democratización de la tecnología, junto a las nuevas prácticas comunicativas de las redes sociales, son el detonante el 15M, donde muchas de las prácticas hacktivistas se aplican en entornos muy diferentes. Aunque los hacklabs pierden peso, el activismo se ‘hacktiviza’. Como dice la canción de Ultraplayback: “Ya nadie baila, todo el mundo es DJ”.

¿Eso quiere decir que el hacktivismo ya no es necesario? Ni mucho menos. Sigue haciendo falta luchar para que las redes sociales cumplan derechos como el de la intimidad o el anonimato. Potenciar el software libre. Crear cuadricópteros que graben las cargas policiales sin exponer a las periodistas ciudadanas. Proteger internet de la censura o de que se penalice su uso político. Y será necesario repensar espacios como los hacklabs o nuestros modelos de militancia. Pero en el estado de hipervelocidad que han alcanzado las protestas, es difícil pararse a pensar. Quizá dentro de dos años no podamos imaginar una manifestación sin un cuadricóptero siguiendo a cada policía para acabar de una vez por todas con la impunidad policial.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

3

  • |
    Axebra
    |
    Mar, 12/18/2012 - 18:35
    #1 Aquí tienes el primer vuelo experimental de un cuadricoptero diseñado para vigilar las acciones de #stopdesahucios<br /><br /><a href="http://www.youtube.com/watch?v=W6tvR29BKho&amp;feature=youtu.be&amp;hd=1">http://www.youtube.com/watch?v=W6tvR29BKho&amp;feature=youtu.be&amp;hd=1</a><br /><br /><br />
  • | |
    Lun, 12/17/2012 - 22:15
    Excelente artículo narrativo. Me ha encantado.<br /><br />Aunque parezca obvio, no he leído demasiados puntos de vista que como el tuyo respecto a la relevancia del hacktivismo en movimientos sociales y más concretamente en el 15M. Por ejemplo, a los 3 o 4 días de acampada prácticamente todas las plazas estaban conectadas entre si a modo de comisión estatal del 15M. Veías los nombres en las listas de correo: este me suena de Hacklab&nbsp; de Málaga, Granada, de la lista del Hackmeeting... En cada plaza había varios hackers montando soporte wifi, un servidor de intercambio de ficheros, webs, etc. toda una experiencia acumulada durante años volcada de repente para poner otro grano en la revolución (igual que podríamos hablar de la gente de los CSOs que te monta una comida para 100 personas en un abrir y cerrar de ojos, pero eso ya es otro artículo ;) )
  • |
    SATÁN
    |
    Dom, 12/16/2012 - 11:44
    <strong>"La facilidad para instalar software libre desde tu propia casa impedirá que aficionados a la informática se politicen en el centro social"<br />"Crear cuadricópteros que graben las cargas policiales sin exponer a las periodistas ciudadanas. "<br />.....y yo sin entender nada de nada.....</strong><br />
  • separador

    Tienda El Salto