Tratados de inversiones
Valonia se mantiene firme y Canadá se va sin el CETA firmado

La presión por parte de la Comisión Europea sobre los representantes del Gobierno de la federación de Valonia no surte efecto y Canadá anuncia el fracaso de las negociaciones para la firma del CETA.

21/10/16 · 17:09
Paul Magnette, el ministro-presidente valón, ha reiterado el no de su departamento al tratado con Canadá.

Un Estado dentro de un Estado que alberga a la Comisión Europea está cerca de terminar con el tratado de inversiones de la UE con Canadá. La archipresionada Valonia sigue en su negativa de dar luz verde a la aprobación provisional del acuerdo y se estancan las negociaciones para que el Consejo Europeo pueda culminar el proceso de ratificación del texto.

Durante 18 meses, el Parlamento valón ha estado analizando el contenido del tratado, explica Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, "han invitado a empresarios, ecologistas el gobierno canadiense, es impresionante en términos de trabajo democrático que han hecho". Pese al "chantaje" que según Kucharz se ha llevado a cabo esta semana, Valonia se ha mantenido firme. Hasta cinco veces ha sido llamado su Ministro-Presidente a la Comisión Europea y hasta cinco veces el Parlamento se ha ratificado en su 'no'.

"Hay que celebrar que el Parlamento haya resistido al chantaje: les han llamado radicales, les han acusado de no tener ni idea del tratado", explica un optimista Kucharz, que no obstante califica este episodio como "una victoria temporal: lo van a volver a intentar". "La UE seguirá presionando ferozmente al Gobierno de Valonia, incluso el Gobierno de Bélgica presionará al Gobierno regional", advierte.

Un poco antes de las 16h, la ministra canadiense de Comercio, Chrystia Freeland anunciaba que vuelve a su país con las manos vacías. Han sido inútiles sus esfuerzos por convencer a Paul Magnette, Ministro-Presidente de la región de Valonia, el bastión que no ha podido conquistar la presión de la gobernanza europea, que ha realizado un esfuerzo ímprobo para cambiar el mandato del Parlamento de Valonia de no aprobar el acuerdo tal y como está en este momento.

El principal motivo del 'no' valón es el polémico tribunal de arbitraje ISDS, como ha reconocido el propio Magnette. Este capítulo, incluido en el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA, por sus siglas en inglés), permitiría a una empresa denunciar a Gobiernos regionales y locales que legislasen contra lo que ellos entendiesen sean sus legítimos intereses. El capítulo de derechos extraordinarios para inversores ha sido considerado por el Parlamento valón  "un atentado contra los derechos laborales, sociales y ambientales".

Leer: Cómo algo llamado CETA puede cambiarte la vida

En declaraciones a Diagonal, Lola Sánchez, diputada de Podemos en Bruselas, considera "inaceptable" las presiones que la Comisión Europea ha ejercido sobre el representante del Parlamento valón, una presión que "evidencia que se les está cayendo este castillo de naipes", en referencia al tratado. 

Sánchez, que forma parte del grupo de 88 eurodiputados que han enviado una carta de apoyo a Magnette y otros tres altos cargos valones, considera una buena noticia que los belgas se planten, pero advierte del peligro que tiene el comportamiento de los actores proCETA: "Todo el mundo está felicitando a Valonia por mantenerse firme, pero son una barbaridad las presiones de representantes democráticos comportándose poco o nada democráticamente", apunta Sánchez, que apunta que "un primer ministro no puede saltarse un mandato democrático" como se le ha pedido desde la UE.

El pressing Valonia no ha sido el primer síntoma de que la CE y la gobernanza europea han acelerado la máquina para aprobar de manera exprés el CETA. El 5 de julio se aprobaba el tratado como mixto pero se introducía la posibilidad de la aprobación provisional en octubre, antes de la ratificación en los parlamentos nacionales, que es la que se ha discutido esta semana. ¿Por qué tanta prisa?

Para Sánchez, "se dan cuenta de que cuando se conoce el contenido más rechazo hay, además, conocer el CETA permite conocer el TTIP, hay una prisa tremenda para sacar adelante esto lo antes posible, el tiempo juega en su contra". En este sentido, Sánchez recuerda que el negociador canadiense ha pedido que las negociaciones sean "más rápidas" para que no haya "tanto revuelo".

Casi por accidente, Valonia se ha convertido en el epicentro de un terremoto en los tratados de inversiones, tratados que "es cierto que crean riqueza", dice Sánchez, "pero sólo para unos pocos". El sistema federal belga ha impedido que se cierre un tratado que ha sido rechazado por varios departamentos y comunidades autónomas en toda Europa y por más de 2.000 ayuntamientos. "Cuanto más te acercas a la ciudadanía, como es el caso de los Ayuntamientos, más rechazo al tratado te encuentras, incluso en partidos que en niveles superiores aceptan el tratado y en niveles inferiores dicen que no", concluye Lola Sánchez.

Kucharz destaca que otros ministros de la UE han mostrado sus dudas respecto al acuerdo y que esto permitirá seguir adelante en la batalla para que el CETA quede en papel mojado, aunque advierte que sólo la movilización "en la calle" parará el acuerdo. 

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