¿Por qué pagamos el precio del Holocausto?

Texto de Abdallah Abu Sharekh

14/05/14 · 14:16

Texto de Abdallah Abu Sharekh

En 1979 estalló la Revolución Iraní. Los eventos fueron turbulentos y sucesivos. La crisis de rehenes, la explosión del Parlamento. La gente aquí [en Palestina] estaba ocupada siguiendo los eventos. Los palestinos consideraban la revolución iraní como una victoria para ellos. En esa época yo estaba de vacaciones estivales, tras mi primer año de instituto. Por aquel entonces ayudaba a mi padre durante las vacaciones trabajando con él en Israel. Trabajaba durante tres meses en una fábrica de pieles en Tetach Tikva construida sobre tierra del pueblo palestino Mlabbes.

Mi padre era un obrero cualificado. Junto a él, en la fábrica, trabajaba Golda, una judía que sobrevivió al Holocausto. Mi padre hablaba el hebreo excelentemente y hablaba con ella sobre su infancia en Al-Maydal [hoy parte de la ciudad israelí Ashkelon]. Ella le hablaba de sus peores días en el campo de concentración nazi en Austria. Yo vi en su brazo un tatuaje que representaba su número en dicho campo de concentración. Golda le regaló a mi hermano Ghassan, cuando tenía un año, una botella de champú para niños y un hermoso traje verde. Mi hermano Ghassan falleció en 2003 en un intercambio de fuego con el Ejército de la ocupación [israelí].

Algunos historiadores y escritores han puesto en duda el Holocausto. Algunos han dicho que los muertos del Holocausto no fueron más de 150.000 y no seis millones. Que Alemania quemaba los cuerpos como medida para combatir la cólera y la tifoidea, es decir, quemaban incluso los cuerpos de los alemanes para matar los virus. Y que luego los sionistas utilizaron las fotos, publicadas oficialmente por el Ministerio de Salud alemán, para fabricar mentiras sobre el Holocausto.

Las víctimas del Holocausto fueron de diferentes tipos: comunistas, gitanos, liberales, judíos… La ideología racista nazi, que creía en la pureza de la raza aria y que esta raza tenía que gobernar el mundo, despreciaba todas las otras razas y pueblos, no solo los judíos.

Yo soy contrario a negar el Holocausto, simplemente porque he visto con mis propios ojos algunas de las víctimas de los campos de concentración nazis. He visto a algunos que perdieron la razón, caminaban hablando solos. Golda, la amiga de mi padre, tenía problemas psicológicos y neurosis. Ella no podía dormir con normalidad durante la noche, pero ¿cuántos palestinos hoy en día no pueden dormir en Gaza?

A lo que quiero llegar es a que el racismo nazi y sus ideas fueron erradicadas en Europa y en el mundo, pero el movimiento sionista, que ejecutó una limpieza étnica contra los palestinos en 1948, que ha expulsado a los habitantes de más de 500 pueblos palestinos, está creando otro holocausto en los campos concentrados de refugiados.

La pregunta más dolorosa y sorprendente es ¿cuál es el error que hemos cometido los palestinos para tener que pagar el precio de los crímenes de aniquilación cometidos por los nazis? ¿Cuál es la diferencia entre el racismo nazi que cree en la pureza de la raza aria en su derecho a gobernar el mundo y el racismo sionista que cree que los judíos son el pueblo elegido de Dios?

No hay ningún palestino que apoye los crímenes de aniquilación contra los judíos o contra otros por una razón sencilla y clara: el propio pueblo palestino es víctima de otro tipo de racismo fascista llamado sionismo. De los crímenes de aniquilación y limpieza étnica, de matanza sistemática, de confiscación de tierra, de bloqueo… para realizar el sueño sionista de dominar la tierra palestina sin ningún palestino en ella.

¿Qué significaron 66 años de Nakba más que la fealdad de la consciencia europea que recompensó a los judíos ofreciéndoles Palestina, que mató y expulsó al pueblo palestino para que así Europa se limpiara la culpa de los crímenes del Holocausto? La gran pregunta que Mahmud Abbas no preguntó: ¿Qué teníamos nosotros que ver con el Holocausto nazi y por qué pagamos el precio del establecimiento de una patria judía en una tierra que tiene su pueblo viviendo en ella desde hace 6.000 años? ¿Los sionistas no tenían que elegir entre Argentina, Uganda o el este de la península árabe?

Mahmud Darwish [poeta palestino] se dirige así al soldado sionista, al asesino: “Si contemplaste la cara de la víctima y recapacitaste, te acordarías de la cara de tu madre en la cámara de gas. Te liberarías de la sabiduría del rifle y cambiarías de opinión: la identidad no se recupera así”.

Texto traducido por Isabel Pérez y Mussa’ab Bashir. Artículo publicado originalmente en la web Al-Hiwar Al-Mutamaden.

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