Cuatro meses de huelga indefinida
La plantilla de Panrico de Santa Perpètua demandará a la dirección por injurias

La plantilla de Santa Perpètua de Mogoda rechaza de plano las declaraciones de un directivo de Panrico en las que aseguraba que los huelguistas podrían estar realizando un sabotaje alimentario sobre los productos.

13/02/14 · 14:05

En la mañana del 13 de febrero se ha celebrado en los juzgados de Sabadell (Barcelona) la vista oral por un presunto delito de huelga ilegal, en una demanda interpuesta por la dirección de Panrico contra los trabajadores de la planta de Santa Perpètua de Mogoda, que mantienen una huelga indefinida desde el pasado 13 de octubre de 2013. Sergio Contreras, trabajador de Panrico, ha explicado a DIAGONAL que la plantilla ha defendido su derecho a la huelga en todo momento, y que esta se presentó “en tiempo y forma”, por tanto, interpreta la demanda de la empresa, que reclama cinco millones de euros a diez miembros del comité de huelga, como una acción encaminada a extender el miedo y la presión sobre la plantilla. Contreras recuerda que los paros comenzaron por el retraso en el pago de nóminas y que posteriormente se extendieron cuando la empresa presentó un ERE que implica 745 despidos y rebajas del 18% del sueldo para el resto de la plantilla.

Tras cuatro meses de huelga, Contreras explica que la negociación es inexistente. Una parte de la plantilla mantiene su pulso con la dirección de la empresa, y está dispuesta a resisistir con la consigna cero despidos, cero recortes. Contreras recuerda que los trabajadores de Panrico ya aceptaron un plan de viabilidad previo con un recorte salarial del 25%. “Antes de que empezara la huelga se estaba contratando a 30 o 40 personas cada día con contratos temporales”, explica este trabajador para quien queda claro que "hay faena" y que recuerda que al mismo tiempo que planteaba el ERE, la dirección de la empresa repartía dividendos.

Ayer, en un acto de solidaridad con los trabajadores de Panrico la Federació d'Associacions de Veïns i Veïnes de Barcelona apoyaba una demanda por injurias contra la empresa que se presentará la semana que viene en los tribunales. Las declaraciones en el diario económico Cinco Días, en las que una fuente anónima de la dirección aseguraba que la plantilla podría “estar envenando los dónuts”. Contreras cree que “este tipo de declaraciones atenta contra nuestro honor y profesionalidad. Yo soy de los que menos lleva y llevo 14 años: jamás se nos ha ocurrido tocar el producto, estamos muy enfadados”, explica. Al mismo tiempo, la batalla legal se extiende a la Generalitat, a quien los huelguistas apelan para que haga valer la interpelación de Inspección de Trabajo que ha determinado que traer productos de fuera para su reparto en Catalunya vulnera el derecho de huelga de la plantilla de Santa Perpetua.

Tras un mes de huelga, las movilizaciones continúan. Otras empresas y asociaciones de vecinos están contribuyendo a redimensionar el pulso en el que la plantilla de Panrico está manteniendo con la dirección. Para mantenerlo, explica Contreras, la caja de resistencia está siendo un factor fundamental, ya que está sirviendo de sostén para 35 familias tras más de 120 días de huelga. Los vermús y comedores populares sirven para recaudar fondos en una lucha que sigue pasando por la movilización: el 1 de marzo varias empresas en conflicto –entre ellas Panrico-- confluirán en una manifestación en Barcelona y el día 20, parte de la plantilla en huelga se trasladará a Madrid donde tendrá lugar la vista en la Audiencia Nacional que podría determinar la impugnación del Expediente de Regulación de Empleo que dio comienzo al conflicto.

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