3.000 viviendas vendidas por ivima
Cambio de condiciones en los pisos de Azora

Los inquilinos denuncian el encarecimiento del precio de compra y alertan
de que la nueva titularidad deja en el aire las subvenciones al alquiler

, Madrid
03/01/14 · 8:00
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Un vecino coloca un cartel contra el instituto madrileño de la vivienda en su casa del barrio de la Ventilla (Madrid). / David Fernández

El Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) era titular de 23.000 viviendas a inicios de 2013 en toda la región. En la actualidad tiene en sus manos 16.800 viviendas. Lo que Pablo Cavero Martínez, consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de Madrid, ha llamado rotación de activos en comparecencia pública ha supuesto la desaparición de cerca de la cuarta parte del parque inmobiliario de la entidad.

El último lote vendido fue de cerca de 3.000 viviendas repartidas por toda la comunidad y se adjudicó la empresa privada Encasa Cibeles, participada por el fondo de inversión Goldman Sachs y la inmobiliaria Azora. Pese a que en agosto, cuando se efectuó la venta, ambas entidades acordaron que las condiciones de alquiler o de alquiler con derecho a compra de los inquilinos no iban a cambiar, meses después, cuando algunos de los inquilinos están a punto de alcanzar el plazo para optar a la compra de su vivienda, estos denuncian que las condiciones sí han cambiado.

“El precio de tasación de estos pisos es de unos 70.000 euros, al cual hay que añadir un coeficiente de actualización, que según el último decreto de julio de 2013 debería ser de un 1,5, y a lo que se debería descontar el 50% de las cuotas pagadas estos siete años. El problema es que ahora Encasa Cibeles pretende vendernos estos pisos por unos 140.000 euros más IVA”, señala Mariano Martín Martínez, uno de los inquilinos con derecho a compra, quien añade que ese precio es el de tasación multiplicado por un coeficiente de actualización del 2%. “Es en lo que no estamos de acuerdo, ya que el precio se dispara enormemente al aplicar ese medio punto de más”.

Desde Azora han negado a DIAGONAL que se haya producido ningún cambio en las condiciones de alquiler y opción a compra, y señalan que, “en todo caso, si hay algún cambio, será debido a algún impuesto”, aseguran desde su departamento de comunicación.

A día de hoy, 52 familias de la Ventilla en Madrid han recibido una oferta de venta del inmueble de la empresa Encasa Cibeles, al haber transcurrido siete años desde que comenzaron a vivir en su vivienda. Sin embargo, durante el proceso de enajenación de las casi 3.000 viviendas compradas por Encasa Cibeles se produjo otro cambio destacado en la regulación. El 22 de julio, un mes después de que se realizara la oferta de enajenación, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó, a propuesta del Partido Popular, un cambio en la normativa de vivienda protegida que contemplaba, entre otras medidas enfocadas a favorecer la venta de inmuebles, la opción a compra a partir del primer año, derecho que antes se podía ejercer entre el quinto y séptimo año después de la entrada en la vivienda.

La venta de vivienda pública al binomio Goldman Sachs-Azora trae otra preocupación aún mayor para los inquilinos: la subrogación de obligaciones de la nueva propietaria en favor de las familias arrendatarias no incluye las subvenciones al alquiler que el IVIMA sí ha estado aprobando a parte de las familias adjudicatarias. Éste es el caso de Vanesa, una de las inquilinas de las viviendas de La Ventilla, que hasta ahora recibía ayudas para el pago de alquiler al ser inquilina de una vivienda oficial y que, a día de hoy, no sabe si le van a renovar la ayuda al cambiar de titularidad la vivienda en la que vive.

Los responsables del IVIMA no saben, a día de hoy, cuántas viviendas están ocupadas ni cuántas vacías, según los informes de la Cámara de Cuentas de la CAM. Mientras, hay 3.500 expedientes de personas que optan a una vivienda de la entidad que están pendientes de resolver, según fuentes de CC OO de Madrid, desde donde señalan también el empeoramiento de las condiciones laborales en el instituto de vivienda madrileño, a la vez que se externalizan algunos servicios de la entidad.

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