Democracia, endogamia, pucherazo, hoy

Democracia o gobierno de la mayoría como forma de ejercer el
poder, se empezó a utilizar en el siglo V.AC, paradigma de perfección donde un hombre era un voto, funcionó un tiempo hasta que surgieron de nuevo los dictadores de turno aboliendo esta práctica.

En el Imperio romano se vuelve a la practica democrática de forma particular, el gobierno lo ejercía determinadas familias “los patricios”, que mediante la endogamia se mantenían en el poder. Avatares de la historia, cambia radicalmente todo, vuelven las tiranías, las monarquías absolutistas.

José Enrique Centén Martín
27/09/11 · 13:34
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Democracia o gobierno de la mayoría como forma de ejercer el
poder, se empezó a utilizar en el siglo V.AC, paradigma de perfección donde un hombre era un voto, funcionó un tiempo hasta que surgieron de nuevo los dictadores de turno aboliendo esta práctica.

En el Imperio romano se vuelve a la practica democrática de forma particular, el gobierno lo ejercía determinadas familias “los patricios”, que mediante la endogamia se mantenían en el poder. Avatares de la historia, cambia radicalmente todo, vuelven las tiranías, las monarquías absolutistas.

Un soplo de aire fresco cambió las reglas del juego al final del medievo en los S. XVII y XVIII. Duró poco, enseguida tornan los principios absolutistas de manera sutil, las castas se inmiscuyen en temas políticos para mantener sus privilegios.

Durante el siglo XIX, surgen dos nuevas clases sociales que cambiarán el panorama político: el proletariado y la burguesía. El proletariado reclamando mejoras sociales por su trabajo y la burguesía que desplaza a las castas de terratenientes y aristócratas, pero desean ser parte de esa estirpe. Aparecen los partidos políticos y el derecho a voto, se pone en práctica el pucherazo (compra de votos por trabajo entre otros), todo para mantener a esa nueva casta que es la burguesía, cuando fracasan un golpe de estado es lo habitual para recuperar el poder, y así se ha mantenido hasta el S. XX.

Hoy desde 1975, con la transición, aprueban una Ley donde mantienen las castas burguesas, porque no existe democracia allí donde un voto no es igual en las distintas provincias, la burguesía valiendose de pinceladas egocentristas locales de la clase media y asalariada local, se sirve de ella. Esa clase media sustentadora del Estado y mayoría de los votos, es envuelta en los cantos de sirena nacionalistas, propiciando que los votos de determinadas CCAA tengan un valor superior al resto de la población.

En las últimas elecciones con 25.900.442 votantes censados para 350 diputados, debería corresponder a 74.000 votos por cada uno, si vemos el arco parlamentario no salen las cuentas, ¿por qué no se practica democracia en lugar de "privilegracia"? Urge cambiar la Ley Electoral, la anterior fue fruto de un apaño rápido para maquillar a los que apoyaron la dictadura por temor al ejército, entonces uno de los bastiones de la represión, con una monarquía impuesta por el dictador y sin haber legalizado a todos los partidos políticos. Valió un tiempo, pero hoy es injusta porque se ve a quién favorece -a ciertas castas-, también porque los menores de 50 años, lejos ya del trauma de la dictadura, no la votaron, y ahora no pueden ejercer el voto democráticamente por aquella decisión, cuando se debería de ejercer el principio democrático: una persona, un voto, de forma efectiva y real.

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